sábado, 14 de febrero de 2015

Misión

Esta página intenta reunir interesados en el fascinante universo del fenómeno ovni y el contacto extraterrestre. No solamente se compartirá información, además se crearán actividades para desarrollar de forma individual y colectiva, presenciales y online: respiración, meditación, relajación, concentración, prácticas de telepatía, dermovisión, reencarnación, vocalización, etc.
Todo de forma totalmente gratuita.
Requisito: Una búsqueda sincera de recorrer un camino espiritual con compromiso y dedicación.


El contacto interior

Han pasado varios años del viaje que Hernán y yo hemos realizado a Santa Cruz, Argentina. El trabajo arduo, en especial en lo que tiene que ver con la introspección, el análisis de procesos internos, meditaciones y retrocesos, nos a servido para confirmar información que podría ser de utilidad a la hora de comprender un poco mas, la dinámica cósmica en la que estamos sumergidos, y que esperamos compartir en breve. Es como producto de este último proceso vivido, que suponemos sea de mayor utilidad transmitir las siguientes líneas que los pormenores de nuestras vivencias, sabemos que contamos con el apoyo de los guías para esto.
Es en la primera reunión, que la vieja Guía de Practicas menciona clara y precisamente sobre el “Contacto a Niveles”. Algo que la nueva guía menciona sin brindar mayores precisiones.  Allí, en la vieja Guía de Prácticas, leemos en el apartado de Objetivos Generales sobre el primer nivel de contacto: El contacto con uno mismo.
Todos nosotros siempre hemos tenido presente que el primer contacto que debemos realizar es con uno mismo. Para que al final de la etapa, como consecuencia (no como fin) se realice el contacto con los mensajeros del cosmos. Hecho que se efectuará como resultado de un proceso de esfuerzo atinado y responsable, en el ámbito de tres cuerpos fundamentales: Físico, Mental y Espiritual.
En el momento de realizar el Contacto Interior debemos tener en cuenta tres aspectos fundamentales que nos conducen al mismo: Observarnos, conocernos y escucharnos.

Observación

La autobservación se refiere al hecho de mantener la atención centrada en uno mismo, de manera de conocer y comprender los mecanismos que nos llevan a actuar y ser de una u otra manera. Esto, se encuentra en función de componentes fundamentales, las internas y las externas. A través de la autobservación estas componentes deben ser analizadas y comprendidas, para advertir nuestra actualidad interior y por qué no, las carencias que están impidiendo un mejor desarrollo de nuestra misión personal.
Por lo tanto, antes de lograr el contacto debemos identificar aquello con lo que nos queremos contactar. En este caso debemos identificar y reconocer nuestro Real Ser, acercarnos a él, notar cuando y a través de que medios se manifiesta en nosotros. Aquí la autobservación juega su rol más trascendental.
La autobservación conduce al conocimiento de las diferentes manifestaciones del Ser, comprenderemos que somos una composición de diferentes elementos internos y externos, con características dinámicas y estructuras que pueden ser variadas gracias al Amor, la Voluntad y la Sabiduría.[1] Por lo tanto, la autobservación lleva al conocimiento de sí mismo, fundamental a la hora de realizar una misión compartida. En la medida en que estudiemos y comprendamos las formas en que nuestro ego se manifiesta, las torpezas disminuirán en el momento de realizar nuestra misión.
¿Pero que observar de uno mismo? Debemos observar los elementos que provocan diferentes estados internos, y también los estados en si mismos. Notaremos que a través del proceso de aprendizaje sugerido por los guías, podemos sintetizar varios aspectos fundamentales que merecen un examen especial a la hora de realizar la autobservación, de manera de no caer en estados de abatimiento, pereza y ocio interior:
-         Debemos notar aquello que nos provoca tedio debido a la rutina, falta de motivación, etc. Buscaremos los elementos que nos mantendrán motivados, habidos de continuar, de progresar. Procuraremos por ejemplo, que las reuniones siempre brinden un aporte nuevo y edificante, generen iniciativas, inviten a la participación. Esto es responsabilidad de todos. Y con respecto a lo personal, busquemos el punto de apoyo (intelectual, espiritual, etc.) para que nuestra conciencia se mantenga siempre motivada, en procura de su expansión.
-         Observaremos nuestro sentir, y que el disfrute no sea siempre el motivo de nuestro trabajo. Por que no siempre existirá el placer de por medio a la hora de realizar una labor. Procuremos que lo que nos motive sea la necesidad de servir y no la de recibir a cambio, o sentir regocijo, que este sea una consecuencia natural y no un objetivo.
-         Debemos notar que distrae nuestra conciencia, provocando la falta de concentración, la dispersión del pensamiento y la voluntad, etc. Así como los elementos que generan lo contrario: la conciencia despierta, concentración, fijación en la concreción de objetivos, etc. Deberíamos entonces fijar nuestra atención en objetivos claros, concretos y accesibles, de manera de acceder a los más difíciles ascendiendo de a un escalón por vez. Recordemos que no avanza mejor aquél que va más rápido, si no aquél que persevera hasta el final. Fijemos nuestra atención en un tema por vez.
-         Observemos el proceso de nuestros propios pensamientos, pues un pensamiento conduce al siguiente, y al final como consecuencia, este se realiza y proyecta en un hecho material, a través de una actitud, una palabra, etc. Por tanto alimentaremos los pensamientos que estén en armonía con nuestra filosofía de vida.
-         Observaremos nuestros procesos internos en el momento exacto de afrontar un hecho externo determinado. De acuerdo al hecho externo observaremos en nuestros procesos internos la participación de: el instinto, la intuición y el razonamiento.
Teniendo en cuenta estos puntos de una manera equilibrada y evitando en todo momento el comportamiento obsesivo, podremos identificar nuestros diferentes estados internos y conocer su procedencia, ya sea de nuestro ego o nuestro real ser. Este punto es fundamental a la hora de lograr el Contacto Interior, que de alguna manera garantizará nuestro caminar por el sendero correcto.

Conocimiento de sí mismo y el Maestro Interno

La autobservación nos conducirá a conocernos a nosotros mismos, e identificar a aquel real ser que está aún mas allá de nuestra personalidad. Para conocernos a nosotros mismos, poseemos herramientas fundamentales: La Meditación y el Nombre Cósmico. Deberemos saber que poseemos siete cuerpos para participar en cada una de las siete dimensiones, pero también procuraremos ser concientes de los diferentes estados de conciencia (valga la redundancia), asociados a cada uno de nuestros cuerpos. A través de este proceso, cuando logremos reconocer el maestro que existe en cada uno de nosotros, estaremos listos para escucharle y aprender de Él.
El maestro que en nosotros mora se puede manifestar de diferentes maneras, en sueños, meditaciones, ejercicios mentales; en estos casos a través de imágenes mentales de contenido simbólico. Esto va mas allá de una mera manifestación del inconsciente, por este motivo es fundamental saber interpretar los símbolos, para que podamos descifrar lo que nuestro maestro nos quiere transmitir. También nuestro maestro interno se puede manifestar a través de la intuición. Muchas veces preguntamos a nuestros hermanos de grupo en salidas al campo, ¿tu que sientes? o ¿tu que intuyes?.
¿Pero que es la intuición? ¿Y de que forma se relaciona con nuestro sentir?
La intuición se desarrolla en el cuerpo mental superior, por lo tanto, no tiene que ver con una forma instintiva de presagio. Para Baruch Spinoza (1632-1677, filósofo) la intuición es la forma mas elevada de conocimiento que existe, por encima del resultado inmediato de la experiencia. Por lo que la intuición no desplaza a la reflexión ni al análisis, mas bien, es el último peldaño del proceso meditativo, breve momento en el cual la claridad en el sentido del saber es máxima. En este breve lapso de tiempo, nuestro ser se manifiesta con las menores interferencias, y la ilusión generada por las dimensiones mas densas parecen diluirse ante su presencia[2].
Cuando hace un tiempo preguntamos a los guías sobre las diferencias entre la intuición y el sentir, ellos aclararon la respuesta a través del siguiente ejemplo: “Mientras la intuición es el rayo, el sentir es el trueno. La intuición es la chispa de luz que conecta lo de arriba con lo de abajo, iluminado en el preciso instante. En cambio el sentir es el trueno, es el sonido provocado por el rayo que se puede percibir distinto dependiendo de la distancia a la fuente de luz. El sentir es uno con la intuición, cuanto más cerca estén de la fuente de luz...” Por lo tanto también debemos tener en cuenta que hacer lo que se siente, no es hacer lo que a uno le gustaría, o  necesita hacer.
Estas son las épocas en que debemos prestar especial atención a la voz del Maestro Interior por cuanto solo en él, podremos hallar claridad en tiempos de confusión. El Maestro Interior se manifiesta a través de percepciones muy sutiles en nuestro profundo interior, tan sutiles y fugaces (en un primer momento) como una chispa de luz. Por este motivo comprender y notar sus manifestaciones, requiere de lograr una conciencia despierta y atenta. Leamos el siguiente poema que nos aclarará un poco mas sobre este delicado y trascendental asunto[3]:
Quien la palabra del maestro anhele,
de sus mandatos póngase en escucha
entre el fragor de la terrena lucha,
y la escondida luz atento cele.
Sobre el inquieto y mundanal gentío,
del maestro atisbe la señal mas leve,
y oiga el susurro que su voz eleve
del mundo entre su rugiente griterío.
El Maestro Interior entonces también puede llegar a manifestarse, mientras caminamos por la calle, leemos el periódico o viajamos en bus. El requisito indispensable: Estar atentos a sus sutiles señales interiores. Él podría transmitirnos a modo de intuición por que acera caminar, que ómnibus tomar, o si la información que leemos en el periódico es real o no. Y en la medida en que más lo escuchemos y seamos conscientes de sus manifestaciones, con mayor precisión y contundencia lo hará.
Estamos viviendo una era de acuario que está ofreciendo inmensas oportunidades de crecimiento interior. Con menos de un dólar, podemos sentarnos frente a un computador y acceder a la información del mundo, sin mencionar las cadenas noticiosas vía satélite, televisión por cable, teléfonos móviles con conexión a internet, etc, etc.
Y realmente la información es una de las claves de esta era. Inclusive la develación de información por parte de la Hermandad Blanca de los Retiros Interiores y los Guías Extraterrestres, cada vez es mayor. En especial, la información que tiene que ver con nuestra real historia jugará un rol trascendental en el tiempo por venir. Puesto que desde la ignorancia no podremos cumplir objetivos fundamentales de la Misión, que estarán conectados a la realización del Plan.
Por este motivo debemos redoblar nuestra responsabilidad en el momento de tomar contacto con esta información. Aquellos hermanos que presten sus servicios como antenas, deberán recordar y realizar los requisitos necesarios para ello. Es aquí donde nos detendremos en el ultimo punto de estos requisitos. En la nueva Guía de Practicas, en el punto seis referente al Análisis de Mensajes leemos:
Toda comunicación  es corroborable, o sea que puede ser confirmada  mediante manifestaciones tangibles y concretas  de la cercanía de los Guías. Aunque esto es así  mayormente lo que procuramos a través de las confirmaciones es  verificar que el contacto existe, más no si la comunicación está bien recibida, pues ello surgirá a través del análisis posterior de la misma por parte de los llamados a efectuarla...
Por lo tanto el avistamiento previa sita, confirma el contacto, pero no si todo lo comunicado está bien recibido. El ser antena o contactado no garantiza la invulnerabilidad a los errores y a las influencias de las asechanzas, que harán uso de nuestra inocencia en cuanto tengan la oportunidad.  Y el Ser Humano se ha caracterizado durante toda su historia por su gran inocencia.
Varias civilizaciones han tenido la oportunidad de superación y de cumplimiento de objetivos que hoy estamos teniendo. Pero en la mayoría de los casos la acechanza se ha balido del manejo de la información eficazmente para hacer fracasar los procesos. En el caso de los Adanes, Gadreel manejaría la información convenientemente de manera de inducir a los adanes al consumo de frutos alucinógenos. En el caso de los atlantes, los infiltrados seguidores de Satanel se encargaron de llevarlos a guerras internas y externas contribuyendo al colapso de la civilización. En la civilización sumeria ocurrió otro tanto, la información fue contaminada por los satánicos, llevando a dividir y enfrentar a la civilización provocando su decadencia. Lo mismo observamos entre egipcios y mayas. Todo esto sin mencionar bibliotecas incendiadas, material extraviado misteriosamente, etc., etc.
¿Cómo identificar entonces información que sea equivocada, o que de alguna manera esté tergiversada por errores inocentes, mentalismos, preconceptos, etc.? Es imprescindible que la información referida a los procesos históricos del planeta y del Plan Cósmico sean corroborados fehacientemente. Por eso sería importante que el antena o contactado que se sienta motivado a recibir ese tipo de información, debería tener en cuenta los siguientes puntos, además de los ya conocidos[4]:
1.    Deberá contar con un real y profundo Contacto Interior. Puesto que este Contacto Interior, lo alertará a modo de intuición llevando al discernimiento correcto, en caso de cometer un error o un exceso en el momento de transmitir la información.
2.    El ego deberá ser la principal materia de trabajo del antena o contactado. Deberá ser consciente de sus posibilidades de error, mas allá de su intensa preparación.
3.    Por tanto deberá ser capaz y tener el valor, de reconocer los errores y rectificar la información de forma clara en el momento preciso.
4.    Referente a la Misión, no lo moverá otro interés que el servicio altruista al Plan y a la Humanidad. Puesto que intereses de tipo personal, incrementan el margen de error en el momento de recepcionar y transmitir la información. Recordando que el ego siempre buscará la autojustificación, de los hechos realizados.
5.    Es necesario que quien reciba la información forme parte activa de un grupo fijo y constante en sus trabajos. El grupo es quien conocerá al contactado en sus flaquezas y fortalezas, podrá corregirlo y aportar sus opiniones directa y sinceramente, sin deslumbrarse por su fama de contactado o magnetismo personal.
6.    Por mas experiencia que tenga el antena o contactado, deberá reconocer que siempre habrá alguien que tenga aún más experiencia. Por esto, después de evaluada la información por los integrantes del grupo del antena, esta será transmitida a un grupo o hermanos de mayor experiencia fuera de su grupo fijo, de manera que estos aporten sus sugerencias y opiniones. El contactado sabrá estudiar con humildad y entrega cada una de los aportes.
7.    Si el grupo o los hermanos de mayor experiencia manifestaran falta de claridad en la información, o que de alguna manera la sintieran interiormente como incorrecta, deberían entablar contacto nuevamente con los guías, realizando solo una pregunta, precisa y concreta (de manera que no haya márgenes de duda) que así también será la respuesta. Confirmando con el grupo el contacto previa sita y de forma contundente.
Teniendo en cuenta estos puntos, los márgenes de error se reducirán considerablemente y la información estará lista para ser transmitida a los grupos.
Hace un tiempo Xendor nos comentó sobre la necesidad de “alcanzar la unidad interior en el ámbito de grupo” para alcanzar objetivos específicos. Esto me recordó a la multiplicación por uno, por ejemplo: 1x1x1=1 pero 1x0x1=0, es decir que si no se alcanza la unidad interior en el habito de grupo no llegaremos a las realizaciones necesarias. Y todo comienza por el Contacto Interior.
También en Pusharo observamos en la roca la imagen de un corazón con rostro, algo que podría estar significando la necesidad de “tener la cabeza en el corazón”, la realización del Contacto Interior, “la unidad interior en el ámbito de grupo”, para que tal vez podamos abrir la puerta, cerrada desde antiguo del más purísimo Amor. El poeta habla con el corazón, llega a la identificación con su propio ser (su corazón) para mas tarde plasmar la poesía en el papel, Realizar lo aprendido.
  Eso del Contacto Interior pareciera sonar como algo vago e impreciso, pero será la clave de supervivencia y de cumplimientos de objetivos en el presente y futuro cercano. Leamos la siguiente comunicación de Sordas del año 1977:
“...Cada persona aprende en el dialogo con los Hermanos Mayores y con su Yo Interno a “Caminar”. Este término puede a ustedes parecer vago, pero debe remitirles a la imagen de conocerse a si mismos, a descubrir el equilibrio, en el encuentro con el Sumo Hacedor, con el Artífice del infinito, con el profundo Amor, manifestado en el Cristo Cósmico...”
El Contacto Interior será de vital importancia en estos tiempos, y un requisito imprescindible para aquellas ciento cuarenta y cuatro personas que accederán a parte de los archivos en nombre de la humanidad.

Conclusión: Tiempos de soledad

El Contacto Interior se realiza en un profundo estado de quietud y silencio interior, en soledad interior, mas allá de que estemos rodeados del mundanal ruido. Si observamos detenidamente, los momentos mas sublimes de la vida de los grandes Maestros, al igual que los periodos más trascendentales a escala espiritual de las diferentes civilizaciones, todos han pasado por un periodo de profunda soledad a la hora de tomar las decisiones que cambiarían al mundo.
En la experiencia de Valle Edén, Joaquín sin hacer mayores aclaraciones, nos trasmitiría que en los momentos más sublimes de realización del Plan, un grupo en representación de la Humanidad vivirá un momento de máxima entrega a través de una profunda soledad interior. En ese preciso momento se espera que esas personas tomen una decisión trascendental, guiadas solamente por su Contacto Interior. 
Pareciera ser que la soledad fuera el común denominador de las grades decisiones. Leamos en la pagina 121 de “El Libro de los Guardianes y Vigilantes de Mundos”[5] sobre el tema de los siento cuarenta y cuatro:
-     ¿Por qué siento cuarenta y cuatro?
-      ...También se habrán fijado que todo el número suma nueve, lo que se relaciona con el nacimiento hacia algo nuevo, pero a la vez un largo camino solitario, el del peregrino, y acepta que no teme llevar la luz consigo aún cuando solo sea la fe y la intuición la que le permita avanzar en medio a la oscuridad.
El contacto con nuestro Maestro Interior, fue el primer requerimiento que los guías sugirieron antes de abordad el contacto a nivel cósmico, por cuanto sabían que sería el requisito vital de los últimos tiempos. Por que no solamente se trata de conocer y entender el plan intelectualmente, sino también de Realizarlo:
-   ¿Qué es lo que falta como para que la humanidad colectivamente cumpla esa labor y se revelen los misterios del plan, o la historia verdadera?
-     Cuando hayan caminado lo suficiente como individuos y como grupo, conociéndose,  aceptándose y venciéndose con voluntad de cambio, no solo comprenderán el plan sino que ya estarán listos y dispuestos a arriesgarse a realizarlo. [6]





Dedicado a María Angélica, por poner primero lo que está primero.
Eduardo (Rubito) Viglioni 
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[1] Ver: “Quien Soy Yo”
[2] Extracto de “Quien Soy Yo”
[3] “A los Pies del Maestro”, J Krishnamurti
[4] Ver “Guía de Practicas”
[5] De Sixto Paz Wells


[6] “El Libro de los Guardianes y Vigilantes de Mundos”, Sixto Paz Wells

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